lunes, 25 de mayo de 2009

Un narciso florecido


Para desengrasar de tanta fiebre electoral, véase la feliz imagen de un narciso silvestre que transplanté este invierno desde un prado de Benasque, donde florecen a miles en el mes de mayo, a el prado de mi jardin en Castejón de Sos. Un poco antes, pero también han florecido. Las bellezas del pirineo oscense no son solo de roca y nieve.

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